Hace tiempo que en nuestro país se vienen incrustando ciertos pares en nuestra sociedad. En algún momento recuerdo que mis compañeros de escuela usaban botines de futbol 5 como calzado diario. Hasta recuerdo en los 90’s con el boom del skate la llegada de reef.
A ciencia cierta cada generación tuvo su zapatilla ícono. Parece algo loco decirlo, pero marcas que fueron tal vez no tan preciadas en otras épocas, ahora hacen estragos en los índices de ventas. Desde hace un año en nuestro país la marca oriunda de Boston con la N en sus laterales ocasionó un cimbronazo en la demanda. Recuerdo estar mirando ropa hace poco más de un año, y ver que tiendas que antes no traían zapatillas estaban inundadas de las 574 en casi todos los colores disponibles.
Mucho pasó, pero las New Balance todavía siguen más vigentes. Tal es así que en el viejo continente no hay nadie que no tenga un par. Si, se que suena exagerado, pero es así. Lo mismo está comenzando a suceder con las Stan Smith, y es que no duran solo un temporada. La gente comienza a imponerlas como íconos dentro de la vestimenta cotidiana, como lo fueron las converse a principio de los 2000.
Pero como es que una zapatilla deportiva copó el mercado? Encontrás New balance en el gimnasio, en la calle, en las oficinas. Lógicamente es muy versátil y teniendo tantas variables de colorways la gente las combina facilmente. Pero también existen el “están de moda” por eso las compro. Algo distinto pasó entre los sneakerheads, que se dispararon haca modelos muy distintos como la 998 o las 999 por ejemplo. Y resulta finalmente interesante como tal vez los modelos menos populares sean los preferidos por los sneakerheads. Tal es así, que hasta los modelos elegidos para collabs suelen ser los menos usuales. Hace poco escuché en una tienda a un chico decirle a su mamá «prefiero las otras que son menos estrafalarias». Desconozco si lo son o no, pero llaman más nuestra atención, que observamos las zapatillas con otra mirada. Lógicamente los modelos menos usuales se hacen dificiles de conseguir, mientras las 574 por poco salen de la canilla de la cocina. Pero bueno, un éxito es un éxito.
Así que ya saben, el auge no dura demasiado pero parece que este es para rato.