Hace algunos meses, escribí una reseña no muy amable sobre la vuelta de las roshe. Aún sigo un tanto escéptico por ellas, no por ser el anti segundas partes, sino tal vez por no sentir un real cambio.
La semana pasada, el grupo de sneakerhead argentina estuvimos mano a mano con Dylan Raasch, con quien charlamos y nos contó todo el proceso creativo y técnico que la roshe 2 nos ofrece. Lógicamente, Dylan que defiende la escuela de la simplicidad, encontró el desafío en la roshe 2 de poder complejizar la tecnología de construcción sin hacer una zapatilla tan aparatosa. Cosa que ha logrado y muy bien.
La suela, compuesta de tres densidades de materiales distintos arroja una de las experiencias más confortables. Otro punto importante es el de la capellada, que en esta versión es de una pieza y un apoyo lateral. Lo cual se ajusta mejor al paso de los cordones y a la respiración generada en el empeine. La silueta de la roshe es muy similar a la de la adidas yeezy 350 v2. Mucho más curva y con una suela más sobre saliente en el talón. Lo que hace que la experiencia al usarla sea excelente.
Ahora un pequeño descargo, como pieza de diseño la roshe sigue siendo excelente. Me rehuso a creer que una parte dos era necesaria y que esto no se mal interprete. Es sólo mi opinión como un aficionado de las zapatillas, pero en cierto punto a veces creo que hay cosas que mejor dejarlas como están.